Por Marcelo Maccio Villegas
A Carlos “el Negro” García López lo conocen tanto quienes fueron a sus recitales como los que no. Y no hace falta ser fan de Charly García, de quien fue guitarrista en los 80 y lo es en la actualidad, para saber de él. El Negro sería –pidiendo perdón por la comparación– como esos programas infantiles que todos conocemos, los miremos o no, como Piñón Fijo o El Chavo. Y esto es así por la innumerable cantidad de veces que el guitarrista subió a los escenarios más variados en calidad de invitado.
Pero en la actualidad, el Negro se encuentra con proyecto propio, que se completa con Mariano López en batería y Claudio Kake en bajo. “Veníamos armando algunas canciones con Mariano, con la facilidad que es tener una computadora, que es como tener un estudio en tu casa. Al cuarto tema que teníamos empezamos hablar con los productores, que fueron Jorge Rossi y Adrián ‘Burbujas’ Pérez, y ésa fue la base, la forma de empezar a armar el disco”, explica a Noticias Urbanas.
–Y después aparecieron los invitados que son la clave del título del disco.
–La idea del título (NdR: Esta vez invita el Negro) es por la cantidad de invitados que tiene, y porque siempre fui invitado por todos y esta vez invité yo. Lo compartí con todos los amigos. El productor artístico de PopArt me hizo un chiste que es verdad. Me dijo: “No sé si un productor podría reunir a tantos artistas como reuniste vos”.
–Más allá del chiste, ¿sos un caso único de Miss Simpatía rockero?
–(Se ríe y después responde) Está bueno lo que me decís, pero no sé si es tan así. Yo me siento querido por la gente, por mi familia, y hasta el día de hoy nunca tuve un problema con nadie, ni ingenieros de grabación ni nadie ligado a mi trabajo. Por ejemplo, ahora fui a Chile y estuve hablando con Vicentico, que hace otro tipo de música de la que yo hago, o con el Pelado Cordera. Estuve hablando con Santaolalla hace poco, con todo el mundo tengo muy buena relación. No sé si es común, pero a mí se me dio y me invitaron a tocar y por eso esta vez armé el disco de esta forma.
–¿Te sentís cómodo con un proyecto que lleva tu nombre?
–En un momento le quise poner un nombre a la banda, cualquiera, X, y ellos me decían que no, que le dejara mi nombre, así que más que decisión mía, fue entre todos como banda. Me siento cómodo, bien. Lo importante es que se sientan bien ellos, porque somos una banda, no soy solista, por eso ellos participan en la composición, de las decisiones de la banda. Incluso, en algunas cosas, el que no participa soy yo.
La charla con el Negro es tranquila. Se nota su amabilidad. Lejos de una entrevista, plantea la conversación como una charla entre amigos. “Ya hay planes de un próximo disco”, comenta al pasar.
–¿El desafío con el CD que viene es poner más la cara sin que haya tantos invitados?
–Mirá, en éste la pasamos bárbaro. En el segundo disco había participado Charly. Este último, que es el tercero, con tantos invitados, nos encantó. Pero al disco nuevo le vamos a poner los huevos como corresponde y decir “ahora salimos a tocar nosotros tres”. Aunque uno o dos invitados, gente amiga, siempre va a haber. Fijate lo que pasó en este disco: en ningún momento se pensó en armarlo con tantos invitados, empezamos con uno, el amigo David Lebón… no, te mentí, esperá… (se queda pensando y parece dolido porque casi “miente”) fue Spinetta el primero y al final él no pudo por los tiempos: estaba preparando el concierto de Vélez, que fue alucinante. Quizás se da en el próximo lo de él. Bueno, uno tras otro fueron surgiendo todos: creo que en doce canciones tenemos diez invitados.
–Ahora que nombrás a Spinetta, ¿cómo ves el escenario rockero nacional? ¿Por qué siempre siguen tan instalados Charly y el Flaco?
–Ni ellos ni su música van a pasar jamás de moda, pero creo que hay otros músicos o bandas grosas que están haciendo su camino, como Ciro, como Cordera y mucha gente más. Lo importante que veo, que es algo que mejora, es que hay muchas bandas. Yo no tomo la música como un ámbito de competencia. Lo veo con los chicos de Las Pastillas del Abuelo, que son amigos, cómo van creciendo y progresando.
–Antes de entrar a grabar tu disco estuviste tocando y grabando con Manto, la banda de Jorge Rossi y Burbujas Pérez.
–Y Samalea en batería. Muy buena experiencia, nos llevamos muy bien con Jorge y el Burbuja. Logramos una buena fusión, por mi onda musical y la onda de rocanrolear que tengo, logramos ese disco que me encanta. Con Manto fue algo así: empecé de un principio a armar los temas, que los tenía hechos Jorge, pero yo les metí una viola, unos arreglos. Grabar con ellos y Samalea fue todo un placer.
–La última, estuviste tocando con Charly, ¿cómo lo ves?
–Muy bien, estuvimos en Chile y después tocamos en Plaza de Mayo, que estuvo buenísimo. Él está con muchas ganas de hacer cosas. Y ahora sale Kill Gil. La verdad, yo lo veo bárbaro.
Fuente: Noticias urbanas