lunes, 8 de febrero de 2010

Charly: "No sería raro que en algún recital aparezca Calamaro y cantemos algo juntos"

Entrevista de Charly García a la Revista Cielos Argentinos, luego transcripta por el blog "Charly García en Cinema Verité". García aseguró que podrían hacer algo juntos con Andrés Calamaro...

Charly lo dice como al pasar, sin ningún escándalo; "Ya que dijiste Calamaro, me tiró algunas ondas de hacer algo conmigo. No seria raro que en algún recital aparezca él y cantemos algo juntos". La pregunta había sido sobre sus reencuentros en el escenario con viejos amigos como Luis Alberto Spinetta y sobre su pelea ya mítica con Andrés Calamaro. "Estuvimos tan peleados que nos olvidamos por qué estábamos peleados. Pero nos conocemos desde la adolescencia, así que digamos que estoy abierto a la posibilidad de encontrarnos", dice, como enviándole un mensaje.
Puede que para Charly García sea un reencuentro mas en esta etapa de rehabilitación y reconciliación con el mundo en general, pero para el mundillo del rock nacional la declaración ya pelea el lugar de la noticia del año. Además, Charly cierra esta gira de regreso el 17 y 19 de marzo en el Luna Park así que pueden empezar a hacer sus apuestas. "Creo que estoy mas dispuesto a escuchar y eso permite a los demás acercarse sin tenerme miedo, que era un poco lo que pasaba antes", dice Charly, con una risa entre los dientes burlándose de si mismo, aunque no queda claro si se da cuenta de la paradoja: en el ultimo tiempo su oído absoluto, con el que compuso algunos de los mejores discos de la historia del rock nacional, no le había servido para escuchar a nadie mas que a él.
En el último tiempo antes del estallido, Charly se había convertido en un ídolo popular y marginal al mismo tiempo, que vivía recluido en su propia torre de marfil que era su departamento todo pintarrajeado y sucio del séptimo piso de Coronel Díaz y Sante Fe, inmóvil, furioso y sin dormir, grabando y regrabando canciones de Kill Gill. "Soy un genio, no tengo por que vivir en una cama", repetía en esa época y lo de cama resultaba excesivo porque el colchón estaba vencido y su espacio para acostar su cuerpo afilado se limitaba a un hueco entre los discos, los cables, las botellas vacías y la basura. Charly dice que no quiere volver ahí: a esa situación ni a ese departamento. "No creo que lo venda por que tiene muchos recuerdos. Y tampoco creo que vuelva a vivir ahí por esos mismos recuerdos", dice.
Piensa poner unas oficinas, alguien que por una vez se ocupe de la parte administrativa, algo de lo que Charly nunca se ocupo y que lo tuvo sumido en un caos financiero que, en la práctica, se parecía a la pobreza. "Creo que en esta nueva etapa necesito una nueva casa", contó.

-Habías contado que tal vez iba a ir tu madre al show en Vélez. ¿Pudiste reencontrarte con ella?
-Estoy reencontrándome más con mi hijo. Y con el resto de la familia también hay un pequeño acercamiento, pero tengo que ser muy cuidadoso con eso.

-¿Por qué cuidadoso?
-Por que yo elegí separarme de la familia, por cosas que no viene al caso contar ahora, y algunas de esas heridas siguen abiertas. Qué bueno que por lo menos con Migue, mi hijo, estamos bien, él esta bien, sano, y nos vemos de ves en cuando. Ya por lo menos hay un acercamiento con mi hijo, que es muy importante para mí.

Charly acaba volver de unas vacaciones en Punta del Este en las que se dedico a descansar, ir a la playa y también saldar cuentas con su pasado: tuvo que presentarse en un juzgado para que lo absolvieran de una vieja causa por pegarle una piña a un fotógrafo y después, como siempre, sello su visita con un show en el hotel Conrad. "Las vacaciones fueron muy lindas, un poco molestas por los paparazzi, pero descansé bastante bien", cuenta. Tendrían que haberlo visto, pálido hinchado y larguirucho, sentado en una reposera, con una chomba blanca, en Bikini, una de las playas mas familiares de Punta, rodeado de los hijos y la familia de su manager como un tío un poco raro, recién llegado de Marte, una especie de de avatar domesticado del rockero mas grande y salvaje de la historia del rock nacional. Verlo así produce una mezcla de sentimientos contradictorios: por un lado, esta la alegría de que se haya recuperado de ese caos desenfrenado y expulsivo que lo había aislado de sus amigos, de sus fans, de casi todo el mundo; por el otro, cierta nostalgia por ese Charly rabioso, indecente, autodestructivo y genial que escupía furia entre sus dientes, sumido en la lógica de un constant concept en el que su propia vida se había convertido en su obra mas radical. Y ahora, mientras comenta que esta leyendo un libro sobre Stanley Kubrick, su director favorito, y que le gusto mucho la última de Scorsese, Los infiltrados, este Charly de respuestas lentas y amables por momentos parece solo un eco lejano y débil del anterior, como si el verdadero estuviera replegado en algún lugar de ese cuerpo varios talles más grandes. "Antes casi ni comía... era una cosa totalmente irregular. Ahora como dos veces por día, todo eso...", detalla.
Charly parece haber aprendido a ser formal y cortés, como si toda esa furia y esa genialidad hubieran sido domesticadas. Si hubiera seguido con la vida que estaba llevando, el precio habría sido más alto: se podría haber muerto. Charly lo pone en otros términos: "Estoy muy bien, muy contento y trabajando mucho".

-¿Como te sentó el regreso a los escenarios, a las giras y a tus propias canciones? Volviste a tocar canciones que tenias un poco abandonadas. ¿Qué tan cerca estas de volver a componer?
-Mirá, cantar esas canciones de la forma en que lo estoy haciendo ahora, con atención al detalle y sintiendo la letra cada ves que la canto me ha hecho redescubrir mi obra desde el corazón y la mente. O quizás esto sea la base de algo nuevo que va a venir, con esa consistencia y pureza que tiene lo que estoy cantando ahora.

-¿Qué canciones redescubriste?
-"Llorando en el espejo", por ejemplo, "Vía muerta", "Adela en el carroussel". Algunas son como premonitorias. Es una cosa que me paso siempre. Hablar de cosas que no me pasaron, pero que me van a pasar. Entonces, desde ese punto de vista, la canción tiene mas peso en mi, porque es como decir: "Uy, lo que escribí esta vigente ahora".

-¿Sentís la necesidad física de componer después de una vida de hacer canciones? -Lo tengo incorporado. Pero también al repasar todas esas canciones de mi carrera, me doy cuenta del estándar que tienen. Y superar eso no es fácil. Así que me voy a tomar un tiempo, porque si bien tengo ideas y cosas, todavía no siento el nuevo clic que me hace falta para componer.

-¿Pensas editar Kill Gill alguna vez?
-Tengo ganas de sacarlo, lo que pasa es que fue a internet y eso hizo que la compañía se negara a sacarlo. Pero es un disco muy fuerte, en cuanto a la potencia que tiene y con canciones muy bien hechas. Ya lo tengo en mi poder, así que en cualquier momento le lanzo.

-Decías que el encuentre con Spinetta fue muy emocionante. ¿Qué significa él para vos?
-Me influye completamente. Era mi ídolo cuando él grabó yo todavía no había grabado. Y Almendra me partió la cabeza. El castellano es un idioma muy difícil para cantar rock y Spinetta fue el primero que me enseñó a cantar y componer no solamente por el sentido de la palabra sino por come suena. Eso para mi es la gran contribución de Spinetta al rock.

-¿Como imaginas el futuro?
-Me imagino sin tener que depender de cesas externas. Uno tiene la motivación adentro. Pero en el pasado cercano yo buscaba motivación en otras cosas, entonces ahora que estoy limpio pretendo seguir estándolo, lo cual no es fácil, es una lucha y hay que poner mucha garra, pero le estoy legrando y eso me hace poner orgulloso.

-¿Cómo vivís ese fenómeno alrededor de tu regreso?
-Creo que hay un redescubrimiento de mi obra. Y ahora la gente sabe que va a ir a un show y voy a cantar todas las canciones. No va a ser un caos. Eso la gente lo aprecia. Mas allá de los fans incondicionales, siento el respeto de la gente grande. Realmente, la gente me tira muy buena onda.

-Hace poco te preguntaron como te veías dentro de unos años y contestaste "casado y con hijos". Supongo que era un chiste…
-Si, era una ironía. Aunque puede pasar, porque nunca se sabe, pero le dije ceme un chiste, eh.
-¿Va a ser mas difícil componer ahora que estas limpio?
-Lo difícil es no repetirse. Estoy muy cerca de que me venga la inspiración, y eso es una cosa que no podes digitar vos. Viene de no sé donde, y estoy haciendo todo lo posible para que suceda.

Fuente: Charly García en Cinema Verité / Transcripto de Revista Cielos Argentinos
Por Juan Morris