La nota no tiene desperdicio, fue hecha en los estudios de Circo Beat mientras ensayaban para un encuentro en el Geba con Fito Páez que no pudo ser.
Para las fotos exigió photoshop, “no soy menos que Susana”, lanzó entre risas y se definió como un pillo regenerado: “Igual que Sabina, en un estado como el nuestro, como el de Andrés (Calamaro), el de Fito (Páez) a veces, Nunca se sabe. Uno no esta mejor ni peor. Joaquín diría que desgraciadamente, yo digo que afortunadamente, hay que dejar ciertas cosas que la gente critica, pero que cuando sabe que no las haces mas, también te critica”.
-¿Qué te pasó, a la distancia, con los dichos de tu hijo?
-Menos mal que salió lo de Juanita Viale y me salvó.
-¿Sacó el foco de la atención?
-Por el momento hay paz, y en mi cabeza se que las palabras tienen un peso que es groso. Y lo que dice Migue no esta bien escrito; lo que explica es muy ambiguo. No veo que tenga buena onda conmigo. Además, es una cuestión de estilo… “García (le habla de cerca al grabador, dejandole un mensaje a su hijo), no se habla de eso”. Mi hijo, Migue, que es indie y alternativo, sale en los programas de chismes a ventilar; no puede hacerlo.
-En algún momento pensaste en llamarlo?
- Es imposible saber el humor que va a tener. Ya me pasó muchas veces que me atacó, pero heavy, mal. Un día apareció disfrazado de Rambo y con un cuchillo Tramontina en la mano. No es algo muy bonito. Por otro lado quiero decir que es un gran músico, y si no le diera pelota a ese monstruo que tiene adentro, canta re bien y sabe todas las buenas canciones que hay que saber. Tiene un gusto musical heredado del padre. Pienso que es una peli de Kurt Cobain, pero cuando estaba en la mala. ¿Leerá la revista Gente?
-¿Qué le dirías?
- Yo te perdono, hijo. Está todo bien. Pero no vuelvas a hablar por ahí que queda feo. ¿Okey? Cualquier cosa hablá con mi abogado y ya está.
-Te sentís criticado por la gente ahora que ya abandonaste los excesos?
- Veo un editorial en que me comparan cómo estaba. Antes me odiaban porque rompía guitarras, tocaba tres temas o llegaba siempre tarde. Ahora no sé si hago las cosas bien; son como dos lados de un mismo disco. Si uno quiere puede darlo vuelta. Yo no quiero.
-¿La droga quedo definitivamente atrás?
-Cuando dejas la cocaína no hay nada que pueda sustituirla. Los psiquiatras o entidades que se suponen que tienen que tratar con gente adicta, te ponen un montón de cosas que supuestamente lo que hacen es parar el deseo. Uno queda medio zombie. Es como esas drogas que te recetan, tienen contrindicaciones y te hacen daño. Hay un momento en el que también uno tiene que empezar a dejar la medicación psiquiatrita.
-Claro, ayudan en el momento como un paliativo.
-Si, lo que pasa es que tu cuerpo se hace adicto. Y entonces no es solamente dejar, también es pasar por el bajón de verte mas lento, más gordo, porque esas drogas te inflan, y empezar a hacerlo que te gusta sin estar encerrado, por ejemplo. Yo estuve encerrado mucho tiempo, en una clínica, que si bien no era de terror, era más o menos de terror.
-El encierro es una de las peores cosas que puede enfrentar un ser humano.
-Como en gran hermano, pero con locos en serio. Yo era Cristian U.
-¿Eras el que mandaba?
-Claro. Me sentaba y me ponían el video que quería ver, me daban la silla, el cigarrillo. Después de eso fui a lo de Palito, y de tan loco que estaba me quise ir. No sabía lo que hacia. Como dijo Cristo, perdónenlos, no saben lo que hacen. Recuerdo que Palito me engañó: me dio una bebida azucarada en lugar de vino y me quedé. Después me acostumbré. Caminaba, me tiraba a la pileta, tenía mi estudio donde podía hacer lo que quería. Si bien no estaba, como diría, de merca, como cuando uno quiere componer todo el tiempo, tenía un estudio. Lo de Palito no fue una boludez: estaba en un centro de recuperación top. A parte el Palo es una persona muy carismática en lo cotidiano. Tiene mil anécdotas de un tiempo que fue hermoso. El me dijo que una noche Leguizamo le había dado el bastón a el, y que el me lo pasaba a mi. Mirá vos, las vueltas de la vida. Con él estuve mejor que con cualquier psiquiatra, que con cuarenta mil expertos.
-Parece que Palito además te llegó al corazón, que es lo más difícil.
-Si, hasta me hizo creer en Dios, te diría, casi por un tiempo. La religión esta contada como un cuento de hadas, pero yo no creo que Dios piense. Es algo que no se puede ni comprender. Pero cuando uno desea algo muy fuerte…No creo en la telepatía, ni en las videntes, ni en esas cosas, pero él es una persona pura en esencia. Que venga él a abrazarme cuando estaba encerrado, o que se rompa el culo con la jueza, y que me evite terminar en una granja de drogadictos, es para valorar.
¿Alguien lo mandó a Palito para ayudarte?
-Creo que somos iguales. Venimos de la misma matriz que hacia discos en Memphis en 1957. Porque es de las personas que además de hablar, hacen, y además de hacer, aconsejan, y encima aconsejan bien y te ponen todo a disposición para que estés bien sin pedir nada.
-¿Cómo estas viviendo el proceso de dejar la medicación?
-Vas cambiando, incluso los médicos, porque no te resultan. No es una cosa de dos días. Y tampoco creo que sea como los alcohólicos anónimos, que se pasan contando las fechas. Palito fue como un gurú, una santidad…
-Decías que haces gimnasia. ¿Qué rutina tenes que cumplir para estar bien y mejorar tu resistencia?
-Lo de ir al gym lo hago poco, no es lo mío. Nunca lo fue. Pero en lugar de caminar hago cinta o ando en bici. Y estoy rodeado de expertos. Otra de las cosas que te pasan cuando te encierran en un lugar y te dejan inmóvil es que no haces nada y de repente perdes habilidades. Yo tuve que esmerarme mucho para tocar un acorde. No tanto lo que le pasa a Carlin Calvo, a quien le mando un saludo tambien, pero un poco sí. Y se genera una duda en tu cabeza: ¿Per que tratan de mejorarme y me dejan peor?
-¿Sos conciente de que tu vuelta fue muy rápida? Volver a los escenarios resulto un gran logro.
-Y, soy lo que soy. Lo que no te mata te fortalece. Un tipo que nunca prueba nada en la vida, no se pone desafíos, como arriesgarse en el amor, o estudiar, o hacer lo que le gusta, llega a los cuarenta, cincuenta años y no le pasó nada. Es muy diferente hablar desde el intelecto que desde la experiencia. A mí me gusta este papel de ser un sobreviviente, un adicto a la vida. Es un mérito.
-¿Cómo lo de Keith Richards, del que estás leyendo su biografía?
-No se si tanto, porque no creo haberme reventado como él. Y se nota (risas). Pero él es como la perfección, un reventado que legalizó su reventadse. Dice que se aspiro las cenizas del padre, y el personaje esta buenisimo. A mí Sabina o Juanse me parecen así. Maradona tambien. Que la chupen, je. Les cuento algo mas: quiero hacer cine.
-¿Con Fito Páez?
-Ya hice de mi mismo y gane un premio como actor de reparto. En la película tuve que convencer al director de que mi personaje se basaba en El enfermero. Lo que tengo ganas de hacer ahora es una biografía mía: de hecho, Fito me lo propuso. Estaría buena una biografía mía escrita por él. Vamos a ver… Mientras tanto, decidí tocar una vez por semana, está bueno. Y después me largo a hacer presencias en las discotecas con Mecha…
Por Miguel Braillard y Karina Noriega
Fuente: Revista Gente (transcripto de Cinema Verité)