¿Se pueden hacer las cosas mejor que antes?
Por supuesto que si, pero cuando este razonamiento se aplica a las artes las opiniones fluctúan según el artista y la obra presentada. Si ese artista se llama Charly García, los análisis y criticas quedan en un segundo plano porque su fuego sagrado protegió casi siempre la utilización y desarrollo de su lumínica obra. Aún en su época más oscura e introspectiva, no dejó de crear nuevos sonidos (haber escuchado con auriculares Say No More es una de las experiencias musicales mas movilizantes y extrañas que viví).
Los comentarios periodísticos sobre los tres shows en el Luna Park indicaron que habían sido mejor que el festejo bajo la lluvia de sus 58 años en el estadio de Vélez. Pude ir a la función del 3 de abril gracias a que Fernando Szereszevsky, uno de los principales pilares del aguante, me cambió la entrada del 17 de marzo (motivos personales me impidieron concurrir). La esperada edición del Concierto subacuático me permite recién hoy comparar ambas presentaciones y vuelvo a caer en la trampa con la misma red. A esta altura, que su voz no alcance el nivel de sus mejores momentos o que tenga mas o menos movilidad es lo de menos.
Su recuperación avanza con paso firme, este disco + dvd lo certifica. Es evidente que ese fuego u amor sagrado no deja de alimentarlo para lo que vendrá. Que es infinito, siempre cambiante. Aunque en la lista estén siempre esos veinte clásicos inmortales y se le pida a gritos (al menos yo) que Say No More deje de ser una consigna o concepto constante. Sigo cayendo en la trampa pero la red ya no está.
Por Damián A. Zunino
Fuente: Charly García Demoliendo Hoteles