domingo, 24 de abril de 2011

"Gracias a Dios, a Charly y a mí nos va muy bien"

Hasta la lluvia dejó que la fiesta fuera completa: recién en el último bis de la noche las gotas empezaron a caer sobre las 12 mil personas que colmaron GEBA para ver a Palito Ortega (70). El resto, como sucede cada vez que el Rey trepa a un escenario (después de 35 años, la segunda vez que cantó en Capital Federal en pocos meses), fue una fiesta total. Y tuvo una yapa de lujo: promediando el show organizado por Fenix Entertainment Group, el cantante invitó a subir a “un amigo”, como lo presentó. Ahí fue entonces Charly García (59), y juntos tocaron la canción que el rockero escuchaba de niño, cuando se escapaba a la casa de un vecino para ver El Club del Clan. Yo no quiero media novia, en una versión mucho más rocanrolera que la original –era obvio– hizo bailar y sacudirse el frío a todos. Hubo ovación y un abrazo que habló más fuerte que cualquier declaración de ocasión, justo en una semana donde las palabras de Migue, el hijo de García, apuntaron sobre Ortega y Mecha Iñigo (23, la novia de Charly) al decir que “asistimos al suicidio público de mi padre”.

Pasó el recital y llegó el momento de relajarse en el backstage. Ya Charly se había ido acompañado por su pareja, por una puerta ubicada detrás del escenario. Allí estaba parte de la familia de Palito: Evangelina (64), sus hijos Emanuel (32, con su mujer, Ana Paula Dutil, 38) y Rosario (24); y sus nietos Bautista (9), India (5) y Benito (5). También algunos amigos, como Cacho Fontana y el Negro González Oro. “A mí me emociona mucho que me recuerden, que canten los temas y que haya una generación nueva que conozca mis canciones. Cuando subo a un escenario mi misión es que la gente se divierta, despertar una sonrisa y que sepa que vale la pena seguir luchando y pensando en positivo. No desconozco ni la realidad ni los sinsabores pero si encontré una luz fue por no quedarme lamentando los fracasos o sinsabores. Hoy recojo lo que fui sembrando, más allá de las críticas. Y cuando miro hacia atrás rescato lo bueno”, dice Palito feliz, después de besar cariñosamente a su mujer. Y también cuenta cómo se gestó la presencia de Charly: “Yo nunca lo comprometo. El me llamó y me dijo que quería venir. Le dije que a la platea no, porque lo iban a volver loco. Estuvo ahí, a un costado, y luego subió a tocar. Y se fue con el abrazo que me dio”. Entonces saluda e invita sólo a GENTE a pasar a su camarín, para hablar de lo que sucedió esta semana, y de los dichos de Migue García.

–¿Lo sorprendió el ataque del hijo de Charly?
–Más que a mí, lo sorprendió al papá. Para mí es un tema terminado. Charly estuvo hoy aquí, además de por ser un amigo, me parece que por lo que le causó lo que dijo su hijo. El sabe que yo estoy hecho y curtido en la vida. Mi mayor dolor es porque Charly ahora está feliz, trabaja y tiene su pareja. Cuando pasó esto acá, él estaba disfrutando de los aplausos en México. Es un tema que hay que superar.

–¿Sigue los pasos de Charly aún después de que dejó de vivir en su chacra de Luján?
–Si él quiere hablar conmigo nos comunicamos, nos encontramos. Cuando le dieron el alta le dije que él seguiría con su vida y yo con la mía. El tiene su manager, su compañía que le maneja los shows, su médico –el doctor Cahe–...

–¿Se lo presentó usted?
–No, no conozco a Cahe y no sé quién se lo presentó.

–¿Cree que a Migue alguien le está pasando letra –como se suele decir– para atacar a quienes están cerca de su padre?
–Sí. De eso no tengo dudas, pero por ahora me voy a reservar la opinión sobre ese punto. Lo único que quiero es que no le provoquen más ansiedad ni dolor a Charly, porque esas cosas le hacen mal, le dan tristeza. Y no estamos hablando de una criatura, estamos hablando de una persona adulta que si quiere saber cómo está el padre va y le pregunta a la jueza (María Rosa Bossio, que tiene a su cargo la custodia del rockero) todo lo que quiere saber, o va y le pregunta a Fenix Entertainment cuánto le pagan a su padre por los shows. Tiene muchas fuentes para averiguar, y no lo hizo. Suena muy raro todo. Recién en los últimos tiempos liberaron los cachets que cobra Charly y maneja la compañía que lo representa, pero los derechos de autor todavía los maneja la Justicia.

–Se infirió que usted tenía un interés económico sobre lo que produce García.
–Nunca hice, hago ni haré un negocio con un amigo. Lo que vivimos durante los siete meses que estuvimos juntos lo sabemos nosotros. Y gracias a Dios le va muy bien a él y me va muy bien a mí. Por eso digo, las fuentes son claritas: la jueza y la compañía. Pero no fueron a preguntarles a ellos. Lo que yo no tengo que hacer a esta altura de mi vida es que me impongan un traje que no es el mío. Basta. Yo no he hecho más que abrirle los brazos a la gente que quiero, entre ellos Charly. Por eso pido que no lo molesten más. El está feliz, está bien, quiere a su pareja.

–¿Lo ve bien en su proceso de recuperación?
–No hace falta que lo diga. Y más allá de lo que vea, el alta se la dieron los profesionales. Una vez le dije: “El día que te den el alta, lo único que quiero es sentarme en primera fila y verte tocar”. Me invitaron a Perú cuando volvió, pero no acepté y fui por las mías. Cuando vi a la gente cantando y saltando dije “ya está”. Está en los archivos cómo era antes la relación con su hijo. Deseo fervientemente que Migue encuentre la forma de comunicarse mejor con su papá, y Charly también lo quiere. Pero no es forma ponerse en manos de un medio que investigó poco para tratar un tema tan serio.

–Migue dijo que le dan pastillas que son adictivas. ¿Usted está al tanto de lo que toma Charly?
–No. De ahí que esas cosas debe contestarlas su médico. Yo sé qué tomaba los siete meses que estuvo conmigo y a qué hora, cuántas veces había que venir a Buenos Aires para ver al psiquiatra, cuántas había que ir a recuperación física en Luján. Desde que le dieron el alta, ya no puedo responder a eso. Y ahí hay una contradicción: el hijo enumera una cantidad de medicamentos... ¿Cómo lo puede saber, si no lo ve desde el año pasado? ¿Cómo sabe? Entonces vuelvo a lo anterior: hay algo detrás de esto, que no sé qué es.

–Algunos viejos amigos de Charly se quejan diciendo que hicieron un cerco para que no se aproximen a él.
–El tema es claro: cuando alguien está judicializado, nadie del entorno dispone quién lo ve o no lo ve. En Luján, y siendo el dueño de casa, yo recibí una lista de la jueza, que se la entregó a la policía que designó como custodia, con los nombres de quiénes podían entrar. Charly no podía manejar sus bienes ni sus ingresos, ni con quiénes se podía encontrar: todo eso dependía de la Justicia. Pero sí puedo decir que la gente que lo quería de verdad buscaba la manera de que la jueza le permitiera visitarlo. El que no entró fue porque ni siquiera hizo la gestión: no hay que darle más vueltas.

–Migue también disparó contra Mecha Iñigo, la novia. ¿Qué opina de ella?
–Cuando conocí a Charly, ella ya era su pareja. Y te digo una cosa: Mecha peleó como una leona para que Charly estuviera bien. Yo estaba ahí, como amigo, di mi casa, compartíamos largas noches de charla hasta que conciliaba el sueño, y en los momentos más difíciles estaba ella. Hoy no creo que nadie que esté alrededor de Charly, e incluyo a todos, lo vaya a defender como ella. Los demás pueden hablar pero Mecha le hace mucho bien, y Charly está enamorado. De ella se habló muy livianamente, y una mujer siempre merece respeto.
Por Hugo Martin. Fotos: Maximiliano Vernazza y Claudio Pucheu

Fuente: Gente

miércoles, 20 de abril de 2011

Sabina cerró su gira junto a Charly, Fito y Andrés Calamaro

Joaquín Sabina se despidió anoche a lo grande de su segunda casa, Buenos Aires, al cerrar su gira sudamericana con tres invitados de lujo: Fito Páez, Andrés Calamaro y su gran amigo Charly García, con quienes hizo delirar a un Luna Park lleno.

Cinco semanas después de que partiera de Santiago de Chile, "El penúltimo tren" llegó a su parada final con un Sabina entusiasmado que logró llenar, por décima vez en el marco de esta gira, el mítico estadio de la capital argentina.

"Es una noche para nosotros muy feliz, muy caliente y muy melancólica. Han sido diez días muy compartidos, muy emocionantes. No los olvidaremos mientras vivamos" admitió ante su incondicional público porteño, que nunca falla a su cita con el andaluz.

Pero lo que ese público no se esperaba era que Sabina le tenía preparada una noche llena de sorpresas, y que iba a reunir en el escenario a tres grandes de la música argentina, "los tres más grandes" en opinión del cantautor de Úbeda.

"Nosotros esta noche queríamos que fuera especial. Yo no hubiera pagado un peso por verme a mí, pero por millones de razones y, sobre todo, porque está en plena forma, vivo y creando una música inconcebible, hubiera pagado una fortuna por ver esta noche a Charly García", afirmó al invitar al escenario al veterano rockero argentino entre incesantes vítores y aplausos.

Juntos interpretaron un tema de García, "No voy en tren", y otro de Sabina, "Es mentira", ante los más de 6.000 espectadores en pie.

Apenas unos minutos después, tras los últimos acordes de una de sus muchas canciones que hablan de Buenos Aires, "Con Dieguitos y Mafaldas", su "enemigo íntimo", Fito Páez, irrumpió en escena.

Arropados por la euforia de los asistentes, olvidaron definitivamente su público distanciamiento con una versión a dúo de "Llueve sobre mojado", tema que compusieron juntos.

"Nos amamos, nos peleamos y nos reconciliamos", aseguró Sabina, quien no obstante bromeó con que no tiene "enemigo íntimo más noble" que Fito Páez.

Bien entrada la noche, el andaluz terminó de conquistar a su público con un tercer y último invitado de lujo, Andrés Calamaro, con quien cantó "Todavía una canción de amor", una letra de Sabina que compuso musicalmente El Salmón, quien volvió unos minutos después a escena para acompañarle con "Princesa".

Tras cerca de tres horas de concierto, en las que repasó además los grandes éxitos de su carrera y los temas de su más reciente disco, "Vinagre y rosas", Sabina cerró una gira que ha superado todas las expectativas de público.

La decena de conciertos previstos inicialmente pronto resultaron insuficientes, y los organizadores tuvieron que programar nuevas fechas para que ningún fanático se quedara sin ver a Sabina, que además ofreció la semana pasada un recital gratuito en una de las más populosas localidades del conurbano bonaerense.

La abultada gira, con la que hizo también escala en Montevideo, Asunción y otra media docena de ciudades de Argentina, ha estado acompañada, además, por múltiples reconocimientos a la prolífica carrera del artista y su idilio con Buenos Aires.

La embajada de España en Buenos Aires le otorgó a principios de mes el Equinoccio Cultural 2011 por su contribución a estrechar los lazos culturales entre ambos país.

Pero, sin duda, el reconocimiento que más ha divertido al español es la baldosa con una de sus letras más porteñas, "Con la frente marchita", con la que le homenajeó el gobierno de Buenos Aires.

"Por fin me van a pisar la minas en minifalda", agradeció Sabina.

Fuente: Terra

martes, 19 de abril de 2011

Charly en Corrientes: venta de entradas

De la mano de Premier Producciones, empresa organizadora del evento, el 28 de mayo a las 22, Charly García brindará un recital en el anfiteatro Mario Cocomarola de la capital correntina. El espectáculo esta pautado por dos horas. Dicho anfiteatro tiene una capacidad para 15.000 personas, cuenta con boletería propia y toda la tecnología para brindar un show espectacular. Su escenario, que lleva el nombre de “Osvaldo Sosa Cordero”, de 35 metros de boca y 15 metros de profundidad permite la realización de puestas escénicas imponentes para estar a la altura de las circunstancias.

Valor de las localidades:
Campo $100,-
Preferenciales $200,-
VIP $350,-
Sector VIP numerados $450,-

Las localidades, están a la venta, en:
Teatro Vera, San Juan 637 Corrientes || Tel. 03783-427743
Burbujas musicales, Junín 921 Corrientes || Tel. 03783-468661/433345 || burbujas@hotmail.com
Hotel Confianza, Mendoza 1127, Corrientes || Tel. 03783-432069
Agencia de turismo Servicios Correntinos, Mendoza 1142, Corrientes.

Las mismas se pueden adquirir en efectivo, y con tarjetas de crédito y débito.

Fuente: Charly García en Cinema Verité // Vía Demoliendohoteles.com.ar

Charly García: "Nunca tuve la intención de morirme"

CON DOS GRANDES EN LA PRODUCTORA, JUNTO A UN RETRATO DE PAVAROTTI Y MERCEDES SOSA. CHARLY SALIÓ A ACLARAR LOS TANTOS.

Entrevista - Exclusivo. Después de las especulaciones sobre su salud y sobre quiénes le manejan la carrera, Charly despejó todas las dudas con Clarín. Defendió a su novia Mecha y a Palito. Dice que ama a su hijo Migue, pero asegura que él está equivocado.


La primera persona que menciona Charly García es el Mágico González: lo deslumbró una vez que fue a la cancha de Atlanta y quiere saber si sigue en el club. La respuesta es que no, pero que Atlanta está por salir campeón. “Les traje suerte”, dice este Charly que sí, está hinchado y habla lentamente, pero con lucidez. Cuenta que hace gimnasia cinco veces por semana, que ensaya mucho, que está leyendo la biografía de Keith Richards. Dos detalles: el colgante con la cruz de San Benito (“es de mi novia, para ahuyentar a los malos espíritus”) y sus dedos, que, regordetes, ya no son aquellas garras de años atrás. Algo en él despierta ternura: en esa semisonrisa permanente hay mucha paz de rivotril, pero también algo de la auténtica. Charly parece ajeno al nerviosismo que causaron aquí, en las oficinas de la empresa productora de sus shows, las declaraciones de su hijo Miguel poniendo en duda su recuperación. Ahora está hablando de una vez que lo detuvieron en Ecuador y Gustavo Cerati lo contuvo: “Lo quiero mucho a Gustavo”.

¿Lo que le pasó a Cerati te hace pensar en lo que te podría haber pasado a vos con la vida que llevabas?

Lo que le pasó a Gustavo no fue por llevar la vida del rocanrol a ultranza. No creo que haya sido consecuencia de las drogas. Gustavo no es un santo, porque nadie en el rocanrol es santo, pero fue una desgracia. Hasta ahora no fui a verlo: me daba impresión. Pero lo voy a hacer esta semana o la otra. Voy a transmitirle todo mi amor y toda mi energía, y a apoyar un poco a la familia.

Hace poco Sabina dijo: “Decidí estar vivo en lugar de ser un cadáver mítico que vendiera muchos discos”. ¿La misma frase se aplica a tu caso?

Estar muerto y que se vendan tus discos no tiene mucha gracia, en eso estoy de acuerdo. Yo jamás decidí ser un cadáver, nunca tuve la intención de morirme. Pete Townshend decía: “Prefiero morirme antes de llegar a viejo”. Todavía está tocando, y debe tener 65 años. Tampoco creo en eso de que cuando me muera, las generaciones siguientes me van a recordar. No me importa, porque voy a estar muerto. Soy un adicto a la vida. Nunca pensé en suicidarme. Lo que pasa es que no tenía conciencia, obviamente estaba un poco del otro lado. Tuvo que pasar que me agarraran y ahí fue como darme la cabeza contra la pared. Después me puse las pilas para estar donde estoy ahora. Reemplacé las drogas por otra cosa, que se puede llamar amor, compasión, música. Eso es lo que soy en esencia. Llegué hasta un punto y paré.

¿Extrañás algo de tu vida anterior?

No. Es otro momento: mi cuerpo está limpio, siento la vida de otra manera. Ya jodí mucho, hice todo lo que tenía que hacer. Ahora a otra cosa, porque si no, soy un boludo.

Este año cumplís 60.

Sí, desgraciadamente.

Bueno, quiere decir que estás vivo.

Estoy revivo y pasando un momento rebueno. Estoy empezando a componer de nuevo, la banda que tengo es impresionante y subo al escenario y siento esas cosquillitas que me hacen seguir. En la carta que Kurt Cobain dejó cuando se suicidó, decía que él ya no sentía pasión. Debe ser terrible. Yo, cuando toco, toco con toda la energía y toda la calentura y toda la emoción. Si no lo sintiera, no lo podría fingir.

Tenés un físico privilegiado: con todas las que hiciste...

Y, sí. Agradezco a mis padres. Pero hay una cosa de espíritu. Estar enamorado de algo, como yo de la música, te da un plus que ayuda mucho. Cuando una persona tiene una enfermedad y decae anímicamente y no tiene más ganas de luchar, es más fácil que se muera que alguien que le pone garra. Mi caso es éste. No es tanto el físico privilegiado como tener por qué vivir.

Decís que te sentís muy bien, pero tu hijo no opina lo mismo.

Eso me produce mucha angustia, porque se trata de mi hijo. No es la primera vez que me ataca así, furiosamente. Yo lo amo. Pero es injusto que haya hablado mal de mi novia, a quien adoro. Me siento como Lennon cuando lo prendían fuego por Yoko. Y se la agarró también con Palito, que puso los huevos sobre la mesa cuando me pasaban cosas feas. Es horrible que se las haya agarrado justamente con esas dos personas que me han dado amor y apoyo cuando yo estaba mal. Es un zarpado. No sé qué querrá conseguir. Parece que me quiere destruir atacando a los que más quiero.

Por ahí está preocupado.

Sí, pero podría haberme llamado para decírme “estoy preocupado”. Es mucho más fácil que salir en una revista o en la televisión hablando mierda de gente que no conoce. No sé si está influido por gente de mi ex entorno, pero tiene una personalidad bipolar: puede ser un santito o un diablo. Y cuando le agarra el diablo es incontenible.

¿De quién de tu ex entorno hablás?

Hay mucha gente que yo dejé en el pasado que no está nada contenta con eso. Y cuando ven que me va bien se ponen verdes. Si un adicto fuera amigo mío, le costaría aceptar que yo me curé. A mucha gente le gustaría tenerme al lado suyo pero por motivos de salud, yo jamás podría estar con ellos de nuevo. Y tiran mierda para todos lados. Yo estoy triste y muy dolido. El dice que mañana puedo amanecer muerto… Esas son cosas del pasado, ahora jamás me podría pasar algo así.

¿No se ven desde Navidad?

Lo invitamos a Navidad y no vino. Nos vimos una vez después: vino a casa con los botines de punta, a putear a todo el mundo, todo mal. Y le tuve que decir que se fuera. Si me quisiera bien entendería que estoy bien, que zafé de un montón de cosas y que estoy con quien yo quiero. Nadie me tiene secuestrado.

¿Tuviste una recaída?

No, no tomo drogas desde hace tres años, ni pienso tomar. Estoy siguiendo un tratamiento que espero terminar dentro de poco, porque cada vez me están bajando más la medicación. No estamos hablando de un pibe de 15 años; tiene 33. Y siempre lo banqué a muerte. Económicamente, él vive de mí. Está muy mal, pero como es mi hijo y lo quiero, es una situación espantosa.

¿Lo llamaste para no tener que arreglar esto a través de los medios?

El que hace esto a través de los medios es él, sin decirme qué es lo que quiere. ¿Qué consigue saliendo en los medios? Quedar como un idiota: todo el mundo me ve bien. No entiendo el asunto. Parecería que él interpretara mi sonrisa como una mueca de horror. Y la verdad es mucho más simple. Es como se ve: Palito es un gran amigo, se preocupó por mí y no tenía por qué y la mujer con la cual estoy es una elección mía. Todo lo que dice es muy injusto. Igual lo quiero. Pero se está portando mal y merece un chas chas.

Habla de tu suicidio público.

¡Está en pedo! Si yo quisiera suicidarme en público me suicidaría en la 9 de Julio, prendiéndome fuego como Jimi Hendrix a la guitarra. En esto hay una combinación de envidia, celos, despecho y desagrado porque me está yendo bien. Hay gente que no puede aguantar que uno se separe de su pasado y construya un futuro nuevo.

¿Tenés un psiquiatra de cabecera?

Sí, no soy un loco. Ahora se trata de que pueda tomar la menor cantidad de medicamentos posible. El lugar hasta donde llegué era bravo. Y me dieron un montón de cosas para compensar. Estoy cada vez tomando menos y estoy muy contento con mis progresos. Si no, no podría ensayar o tocar en México y en la 9 de Julio. Esto es un cimbronazo, pero no voy a tambalear porque lo que Migue dice es absurdo.

Los alcóholicos tienen que luchar contra la enfermedad toda la vida. ¿Vos sos consciente de eso?

No sé si voy a tener que luchar toda la vida, porque no tengo más ganas de drogarme. Vivo el día a día y el futuro y lo trato de moldear como quiero. El amor siempre es, fue y será todo lo que necesito.


Fuente: Clarín Espectáculos

lunes, 11 de abril de 2011

The Beatles 1 por Charly García

Analisis tema por tema del disco The Beates 1 por Charly Garcia para la revista Rolling Stone.



“Che, ¿y por que salio este disco, ahora?”, pregunta, no sin cinismo. No tenemos respuesta, excepto los millones de copias que ha vendido. “¿Millones?” Los ojos le brillan, codiciosos. “¿La gente sigue comprando a los Beatles? Mirá vos...”

Charly garcia y dos periodistas de Rolling Stone, contra un moderno reproductor de discos compactos de exquisito diseño Hi Tech.

Charly garcia y dos periodistas de Rolling Stone, contra un moderno reproductor de discos compactos de exquisito diseño Hi Tech.

-A ver... Ponélo vos que estás al lado.

-¿Por dónde se mete el disco?

-Por arriba, de costado, ahí tiene que haber un agujero, algo.

-¿Es nuevo? Es lindo.

-Sí... Fijáte... A ver, dejáme ver...

-No entiendo.

-Pero si hace un rato... Por acá tiene que ser... ¡Uy! Se soltó el parlante...

-Pará. Yo traje mi discman. ¿Se puede enchufar, no? ¿Tenés un miniplug?

Chau moderno equipo Hi Tech. Los diseñadores japoneses deberían contemplar escenas como éstas. Ahora sí, 1, de The Beatles, suena desde un discman salvador.

García está echado en su cama. Su cuarto ya no parece un subte de Nueva York; las paredes lucen un blanco impecable. No así el living ni el resto de la casa. En la pieza, Charly interrumpe la mezcla casera del disco en vivo de Sui Generis (más tarde, a la noche, en los estudios El Pie, comenzará el verdadero maratón de remezclas y sobregrabaciones de las canciones registradas en la cancha de Boca) y se cuelga hablando de los Beatles.

-Yo formé parte de la beatlemanía -dice García y se ríe-. Los escuchaba donde podía, porque para mí era como imposible tener un disco de los Beatles. Escuchaba sólo lo que había en casa, discos de 78 y long plays, que hacía muy poco que habían aparecido. Y el primer simple que me compré no fue un simple sino un doble. Tenía "Twist y gritos", "There’s a Place" y dos más. Fui a la disquería y dije: "Déme un disco de los Beatles", y me dieron ése. Cualquiera que me hubieran dado lo hubiera comprado. Era como un misterio, el Anticristo. En esa época había pegado un televisor extra que agarraba un canal nuevo, creo que era el 2, no me acuerdo, en el que pasaban un show que era como el Club del Clan de Yanquilandia. Y ahí empecé a ver a los imitadores de los Beatles. Pero a los Beatles los agarré porque los había visto en la tapa de un disco. Quedé fascinado. Me parecían tipos que sabían demasiado de la vida. Genios. Y eran peligrosísimos, además, con esas caras gigantes, desafiando a todo el mundo (risas). Nos juntábamos con amigos en guitarreadas, y el repertorio era "Perfidia", Palito Ortega, alguna zamba y "Twist y gritos", que era la que se guardaba para el final porque nos llevaba al paroxismo, la gente se volvía loca en serio. Era muy raro. ¿Cómo pudo suceder eso? Para nosotros era un rumor, un rebote que llegaba desde otro lado. Pero era increíble, porque tocabas las canciones y pasaba lo mismo. Vos ponías un disco de Johnny Hallyday o de Sinatra, y a la gente no le pasaba nada.

-Aunque suene a lugar común, dirías que descubrir a los Beatles te cambió la vida.

-Y sí, porque decidí que era lo mío. La música clásica y el mundo de la música clásica se habían vuelto muy bizarros para mí. Veía una concreta disociación entre lo que pasaba adentro del conservatorio y lo que me pasaba cuando salía. Era puritano al extremo, muy católico, muy represor. Era genial, pero cuando querías componer algo te cagaban a pedos. Así que los Beatles fueron como otro conservatorio, pero mucho más piola. Y todo tenía más que ver conmigo.

-¿Te interesaste más por la música que por las letras?

-Es que las letras… "Love Me Do" es muy simple. Dice "love"; todo el mundo sabe qué quiere decir "love". Y además, decíamos cualquier cosa, cantábamos sanata. Después, con Bob Dylan y los Byrds, nos pusimos más especialistas en el tema. Me acuerdo que al baterista le decíamos "Ichina", porque cantaba "Ichina jar dei nait" (risas).

-¿Tu beatlemanía llegó al punto de copiarles el "look"?

-Sí, y me costaba un huevo porque las botas eran dificilísimas de conseguir. Vi unas en el Once que eran como tres números más chicas y me las compré igual, y sufrí como una madre. Pero lo que es moda... Suena love me do y García pide que detengamos el tema.

-" Love Me Do" está en mono. El disco es mono. ¿Quién canta? Los dos, ¿no? Esto es armónica, batería, palmas, bajo, armónica, guitarra que casi no se escucha. Y están la voz de Lennon y la de McCartney. Ahora poné todo eso en tres canales... Por eso, cuando mezclaban en estéreo, quedaba la música de un lado y las voces de otro. Y a mí me encantaba eso. Pero me preguntaba quién cantaba la canción, porque las voces están en quintas [intervalos]. Eso me quedó como una tara: la eliminación de la tercera. Ahora estoy por hacer un disco que se va a llamar Tres. Pero no sé, porque siempre estuve en contra de la tercera. La tercera es la voz del medio, la que define si el acorde es Mayor o es Menor. Y acá cantan un re y un sol, pero se olvidaron del si, o no lo pusieron a propósito para que uno haga la voz ahí, armonizando. Ese es el gancho. ¿Viste que siempre te dan ganas de cantar con los Beatles? A mí me pasaba. Ponélo de nuevo.

Suena "Love Me Do" otra vez. Charly canta entre John y Paul. Tiene razón.

-¡Ey, man! ¡La cantidad de cosas que se pueden aprender de Los Beatles! Andá a saber a quién le sacaron eso, cómo se les ocurrió. Porque eso es de música clásica. Eso de usar dos melodías al mismo tiempo. Bach, las fugas y las tocatas... Piazzolla. Son todas músicas hechas con cuatro notas paralelas: como los cuartetos de cuerdas, por ejemplo. Los acordes se forman con la sumatoria de las voces. Pero el violín, por ejemplo, tiene una sola nota, como los vientos. Para lograr la armonía hay que sumar otros instrumentos... Los Beatles aparecieron en una época en que la música era supermelosa, cuando la balada popular se juntó con el jazz y la comedia musical y todo eso, y se sumaron esas grandes orquestaciones. Entre tantas notas, uno se preguntaba dónde estaba la melodía. Y los Beatles hipersimplificaron la cosa. Yo no sé cómo se les habrá ocurrido. Puede ser que de ignorantes, sólo por hacer las cosas así, sin saber cuál era la raíz de la música, sin haber estudiado... Tuvieron mucha suerte en cómo se dieron las cosas. Porque encontraron a George Martin, que era un tipo de la música clásica, aunque también hacía discos de sátira. Pero el tipo les debe haber pasado cosas muy clave, como el respeto al 440. Si escuchás cualquier disco de los Rolling Stones de los viejos, no los podés tocar encima. Hasta que no pusieron un piano o un teclado, los tipos afinaban entre ellos, en la suya. Y los Beatles afinaban con un piano. Siempre había un piano, usaban armónica, qué sé yo, tenían cosas que te hacían pensar que eran tipos grandes, que no eran pendejos, que sabían todo. O no lo sabían pero lo hacían, sospechaban algo... Bueno, el que sigue.

Suena From me to you .

-Pocos acordes, viste… Y las voces combinadas... ¡Qué jodido ser Paul McCartney!

Pasamos a she loves you. García toca la guitarra tirado en su cama. Pasa por todos los yeites. Se enoja porque pifia el punteo. En la segunda entrada le sale perfecto.

-Es más blanda. Parezco yo el crítico de Rolling Stone... (se ríe). Encima, tiene ese final de guitarra que se les cagaron de risa, es como una ofensa al rock. El rock es La-Re-Mi, y pusieron un acorde del trío Los Panchos como ése. Lo discutieron como una semana. Lo sé porque me informé (risas).

En I want to hold your hand , García sigue las palmas, y después toca el puente en la guitarra.

-Esta, según Woody Allen, es la canción que dividió la historia del mundo. Cuando apareció este tema se acabó la civilización. Lo que hay desde entonces para acá no se sabe qué es. Una gran zapada... El tema tiene esa cosa de indígena indoamericano... Medio rara, la melodía. Se maneja mucho con octavas, con quintas. A mí me gustaba mucho eso, porque acá con la zamba me tenían podrido. La zamba es lo más terceras que hay: La Mayor, La Menor... Por eso esta música resultaba rara... ¿Viste que decían que los Beatles corrompían a la juventud? Porque había algo en la música... Tenían algo como hipnótico... Como el flautista de Hamelin. Los tipos encontraron una fórmula que aparentemente repetía la formación de siempre de batería, bajo, guitarra, pero lo nuevo estaba en la armonía y en el ritmo, tan básico y casi sin ningún elemento al pedo; no hay ninguna nota de más. Cada cosa está puesta como si fuera música clásica. Como si estuviera escrita. Parece que no, pero sí.

No le gusta cómo suena can’t buy me love. "Hay algo malo en este disco, que no me gusta. Y no sé qué es." García pasa toda la canción cambiando ecualizaciones y entradas de cables, yendo y viniendo con el balance. De repente... "Ahí está."

Vamos a a hard day’s night. Al primer guitarrazo ya se entusiasma. Mueve los brazos y la cabeza, sonriendo, como diciendo "lo más". Toca la guitarra, trata de hacer el punteo, toca toda la canción.

Primera nota de I feel fine.

-¡Pará! Ya está. El primer feedback de la historia de la música grabada. Consulten, aprendices… (se ríe).

Vamos a Eight days a week.

-La canción del beatle francés -un personaje de Titanes en el ring-. Ese tema fue muy famoso acá por eso. Es el primer tema del lado 2 de Beatles for Sale, y para mí ése es un disco distinto a todos los de los Beatles. No sé por qué. Parece hecho a las apuradas. Ya no tenían tantas canciones y pusieron muchísimos covers. Quizá por eso lograron un sonido que a mí me gustó mucho. Trataron de volver a sus fuentes, que eran el rock y el rockabilly y la música Motown de los grupos de chicas norteamericanos. Y en esta canción, como en todo el disco, se nota un sentimiento muy country. Hay como una especie de alegría forzada que puede tener que ver con que todo lo que hacían los Beatles al principio, en las letras, era para el público: para vos, yo te amo, quiero ir a tu casa esta noche, ella te va a coger... Acá, en cambio, creo que la vida ya les había mostrado el lado oscuro. Bueno, en For Sale está "I’m A Loser". Y bueno, es buenísima esta canción, me encanta.

ticket to ride.

-Chequeá el pattern de la batería. Genio, Ringo. La parte de la batería es increíble. Maravillícenlo, háganlo en casa. Te comprás el disco Sinfonías para adolescentes [de Sui Generis], agarrás la parte de adentro, donde explica qué es el sistema de maravillización, y lo hacés. Ponés los cuatro parlantes y eso, y ponés este disco. El sistema de la maravillización es... más o menos es lo que hicieron los tipos que hicieron los discos de los Beatles, que eran mono y los hicieron estéreo. Ahora se dice optimizar. Alguien decía que la música no eran las notas sino el aire que hay entre las notas, o algo así. Bueno. Este tema es especial para disfrutar eso. Prueben. Puede servir de ventilador, también (risas).

Llega Help. Charly lo pasa de largo.

yesterday.

-Pasá. Este nunca me gustó.

Suena Day tripper . Nada para decir.

We can work it out.

-Este es uno de los temas que más me gustan de los Beatles. Me gusta mucho la letra. Es una arenga pacificadora, o algo así. Integracionista. Y me gusta el armonio que hay.

Empiezan los coros de Paperback writer .

-Este es impresionante. Me dijeron que, a partir de las armonías de este tema, Miles Davis empezó a escuchar a los Beatles. Y acá se nota que no tocaban más en vivo, que la construcción de la música es irreproducible. ¿Cómo hacías? Una cosa es cantar "Love Me Do", que tiene dos notas, y otra es hacer esto. Ni las voces se pueden hacer. Y por suerte no había sampler ni nada, así que tuvieron que quedarse con eso nomás. ¿Sabían que los Beatles inventaron el [efecto] chorus? Fue George, que se apoyó sin querer en una de las grabadoras de eco. Había dos cintas corriendo simultáneamente, y cuando George se apoyó, una bajó de velocidad. Y al sonar con la otra cinta, se produjo el desplazamiento armónico que produce el chorus. Y dijeron: "Ah, qué lindo que es esto" (risas).

Pasamos de largo Yellow submarine y Eleanor rigby . Turno de Penny Lane.

-¡La parte del bajo es impresionante..! Y ésa es una trompeta piccolo. Pará que te cuento una aneda. McCartney había escuchado los Conciertos Brandenburgueses [de Bach] en televisión, y le pidió a George Martin un instrumento así. ¡Y qué parecido es a un [sintetizador] moog, ¿no?!

All you need is love . Charly salta de la cama.

-¡Concept! ¡Qué grande! ¡Concept! Polirritmia. Como "Pecado mortal", como "La felicidad es un revólver caliente". "La felicidad..." tiene la división que yo usé en "Pecado mortal". Se superponen un ritmo de tres por cuatro con otro de cuatro por cuatro: a los doce se juntan, y cuando atacan ahí, te matan. Pero todo el tiempo parece que el tiempo estuviera rengo. Y bueno, acá es la primera vez que lo usan. Después, la música progresiva se basa en eso. No hubieran existido Yes o Emerson, Lake & Palmer si los Beatles no lo hubieran hecho antes.

Hello, Goodbye.

-¡Gran psicodélico, Paul McCartney! Todos estos discos están muy armados, muy Beach Boys. Bah, los Beach Boys estaban muy Beatles (risas). Cada instrumento va por su lado. La letra no dice nada.

Lady Madonna.

-Acá quieren sonar como Fats Domino. No sé si el piano tiene mucha compresión, o tiene tachuelas. De algún lado deben haber sacado este sonido... suena como una especie de clave. Quién lo habrá tocado...

Hey Jude.

-El primer single largo de la historia. Siete minutos y medio. Los tambores son buenísimos. No sé si no estarán grabados a una velocidad y pasados después a otra. Es buenísimo. Están grabados aparte, no están grabados con la batería. Y hay dos pianos tocando lo mismo, para producir el chorus, como hacía Phil Spector. Era la época en que las canciones tenían un final interminable, donde entraban los amigos, la familia, todos, tipo usa for Africa (se ríe). Terminó todo en "We Are the World" (más risas).

Get back y the Ballad of john and yoko .

-Estos no me gustan tanto.

Al fin llega Something.

-Este tema es genial. Tiene uno de los mejores solos del rock & roll. Parece un solo escrito. Cuando lo vi a Frank Sinatra en Rio de Janeiro, me hizo mucha gracia cuando dijo que iba a hacer un homenaje a Lennon y McCartney, y cantó ésta (risas).

-Te deja con ganas de más Harrison.

-A mí me pareció que la cuota de George estuvo bien. No sé, tal vez porque uno se acostumbró. Es difícil con los otros dos, muy difícil.

-¿Por qué ponés tanto énfasis en destacar la importancia de que un arreglo esté escrito?

-Es que la música, cuando está bien hecha, es fácil de visualizar. Se te aparece enseguida el dibujo. Lo que quiero decir es que a los Beatles se los nota muy estudiosos de su instrumento, muy prolijos. Cuando surgieron, parecía que era todo estridencia, pero nada más lejos de la verdad. Tocaban fuerte, y las voces eran fuertes, pero esa determinación para pegar el golpe justo en la batería, por ejemplo... Por eso era irresistible. Parecía una máquina, Ringo. Y el bajo tenía esas notas tan... como el de "Penny Lane". Eso es una fuga. El bajo no sólo toca la [nota] dominante: hace un dibujito que, mezclado con la melodía, produce esa obrita. No sé. Cuando la música está hecha de una forma rigurosa, aunque el tipo que la hace no sepa música, se produce una limpieza que se asemeja a la música clásica, en la que cada nota está en algún lugar por alguna razón. El próximo.

Come together .

-Genial. El bajo es una cosa monstruosa. Está re-pensado, esto. Y las cuartas, esa cosa mántrica. Meten un Mayor, cuando el tema es [en tonalidad] Menor... No se sabe bien qué es... Bien tribal.

Let it be.

-Hay varias versiones de éste. Phil Spector, ¿no? McCartney odió esos coros… Let It Be [el disco] no les salió bien, se nota que no están copados, los pibes, que no pasa nada. Cada uno en la suya: George se creía que era Clapton; McCartney se creía Stravinsky; Lennon con la otra, a full; Ringo, aburridísimo...

Grand finale con the long and winding road. A García también se le pone la piel de gallina.

-Muy buena... Una gran canción. Es la canción de Let It Be. Tremenda.

Tres días después, en los estudios El Pie, García graba la enésima línea de moog sobre la versión en vivo de "Me tiré por vos". Improvisa. Cita viejas melodías. Suyas, de Bach y de los Beatles. Toca un fragmento de "Because".

-¿Sabían que Abbey Road es el primer disco en el que se usó un sintetizador?

-...

-Cuánta data que les di, eh. No se pueden quejar.

Por Fernando Sanchez y Daniel Riera