domingo, 27 de junio de 2010

Charly García, en estado puro

Neuquén > El hombre sabe y conoce de varios infiernos. Y hoy está saliendo, con esfuerzo terrible, de una de esas pesadillas caóticas que lo llevó a tocar fondo hace más de un año. En esta especie de resurrección y reencuentro musical, Charly García decidió aferrarse a su piano y amigos, y determinó por motu propio, que era hora de salir a la cancha y de volver a los orígenes. Entonces, revisitando sus obras, comenzó a escribir un capítulo más en la vida de Carlos García Moreno, el mismo tipo que ya hizo lo suyo en Sui Generis, en la corta vida de La máquina de hacer pájaros, Seru Girán, y que en época de incomprensión musical, ya solista, supo destaparse con “Clics Modernos” (1983). Una gema que forma parte del historial de rock argento.
En esta historia que ya pasó exitosamente por México, tres Luna Park, el “nuevo Charly” recordó que era hora de volver al sur y recalar nuevamente en el estadio Ruca Che, donde seis años atrás se hizo presente en su versión Say No More. Una etapa de su vida de caos y a la cual él mismo define como “Intensa y creativa”.
Con algunos kilos más y escoltado por sus fieles amistades (el “Negro” García López, en guitarra, el “Zorrito” Von Quintiero, teclados, e Hilada Lizarazu, voz y coros) y el incondicional trío chileno (Kiuge Hayashida, guitarrista, Carlos Ludwig González, bajo y Toño Silva Peña, batería), García ofreció un concierto ante unas 5 mil personas para guardar en el corazón. En el corazón porque a sus 58 años con sus canciones hizo erizar la piel y hasta hizo viajar en el tiempo a varias personas –se pudo apreciar claramente las diferentes generaciones-, que por cierto arribaron a este reencuentro en compañía de sus hijos.
“Demoliendo hoteles” sirvió para patear el tablero y dar comienzo al denominado “Concierto Subacuático”, que tuvo diferentes estados de climas.
En un show sin matices negativos, con una banda aceitada y un compositor pegado a su piano, a veces funcionando como “hombre orquesta”, García repasó casi toda su obra, haciendo especial hincapié en sus principales éxitos de los ’80. De esa forma los nuevos, no tan nuevos y viejos seguidores del bicolor se extasiaron con clásicos como “Cerca de la Revolución”, “Rezo por vos”, “Me siento mucho mejor”, “Fanky” y “Estoy verde”. A estos se le sumaron los delicados “Llorando en el espejo” y “Adela en el Carrusel”, espacio en el que el don de Charly apareció en su máximo esplendor ejecutando su piano.
“La medicina del amor” y “Deberías saber por qué”, fueron las nuevas canciones inéditas que desplegó el cantante.
Más tarde los "raros peinados nuevos" de Piano Bar (1984) -disco que tuvo como banda a Willy Iturri, Alfredo Toth y Pablo Guyot luego transformados en GIT- se hicieron presentes junto a "No se va a llamar mi amor". Cerca del final y más acá en el tiempo "Rock and roll y yo" fue una de las última en sonar para inmediatamente pasar a la contundente "No toquen" de "Cómo conseguir chicas", que terminó por cerrar un concierto impecable y de alta calidad. En el que Carlos García Moreno, el hombre que sabe de infiernos, se mostró casi en perfecta armonía consigo mismo. Ya no hay desplantes en escena ni guitarras volando, furia o enojos. Sólo convive la medicina musical que hace que este "regreso" de Say No More sea feliz y en estado puro.

Lista de temas


Demoliendo hoteles
Promesas sobre el bidet
Rap del exilio
No soy un extraño
Cerca de la revolución
Filosofía barata y zapatos de goma
No te animás a despegar
La medicina del amor
Fanky
Adela en el carrousel
El amor espera
Rezo por vos
Yendo de la cama al living
Nos siguen pegando abajo (Pecado mortal)
Influencia
Llorando en el espejo
Pasajera en trance
Raros peinados nuevos
Me siento mucho mejor
Tu vicio
Nuevos trapos
No me dejan salir
No voy en tren
Debería saber por qué
No se va llamar mi amor
Rock and roll y yo
No toquen